Ver una película de David Lynch es caminar por un sueño con los ojos abiertos. El surrealismo de cada escena nos hace dudar de si todo es real, una seña de identidad del genial director pero en sus obras también vemos reminiscencias del arte que lo inspiró.
Existen un buen número de pintores célebres que fueron fuente de inspiración para Lynch: Edward Hopper, Magritte o Francis Bacon son solo algunos.
Durante una entrevista en París Photo 2012, el cineasta detalló sus influencias artísticas a la hora de generar escenas en sus películas. Cada recuerdo influye de manera determinante en la firma de entender el cine de Lynch.
En este vídeo se detallan escenas que replican cuadros y el mensaje que el director quiere lanzar al incluirlas.
Esta conexión es perfectamente entendible, ya que Lynch es un iniciado en las artes plásticas (aunque menos conocido en este ámbito). El documental The Art Life retrata esta fascinante faceta de Lynch.
Last modified: 24 septiembre, 2018