«La fotografía es un acto de reflexión» Rafael Roa
Estamos acostumbrados a ver la metáfora como un recurso literario o como un apoyo en una explicación, pero no estamos tan educados en las artes visuales y se nos escapan las sutilezas y detalles que se esconden tras la intención del autor.
Sally Mann es un ejemplo tanto de las metáforas como de las interpretaciones que la moral en turno nos dicta como bueno o malo. La introspección en un artista es algo tan básico como lo es la necesidad de profundizar en sus miedos, deseos, pasiones y preocupaciones. En un fotógrafo pasa lo mismo, la diferencia se encuentra en que si un cantante, un escritor o un poeta utilizan la ironía, la metáfora o la dilogía es habitual que lo entendamos, pero en fotografía no es algo tan obvio.
Cada trabajo de Mann es como un libro de poesía, donde utiliza todos los recursos a su alcance para elevar su mensaje pero que pocos llegan a entender sin unas pautas. Es fácil caer en la superficialidad y solo ver árboles donde en realidad hay un frondoso bosque lleno de vida.
Si nos ceñimos a la definición biológica la vida consiste en nacer, crecer, reproducirse y morir, Mann, lo complica todo un poco: empezando por su cámara, de gran formato de las que se usaban hace más de un siglo, para continuar juntando las definiciones a su antojo, las llena de matices y hace que nos miremos en ellas como en un espejo.
Hay quien solo ve unos niños jugando en el agua y hay quien mira más allá
Mann muestra con la mirada de una madre el crecimiento de sus tres hijos, los muestra en su día a día de una forma natural: desnudos. Estas series le dieron fama y reconocimiento mundial, pero los desnudos y la infancia son un tema que da mucho que hablar. Hay quienes supieron leer lo que Sally Mann quería expresar y apuestan por ella como el MoMA o el Guggenheim y otros que la censuran, la tachan de inmoral y condenan al ostracismo.
Hay quien vio en esta fotografía algo indecente y decidió censurarla
«Family Pictures» Es la obra de la controversia donde nos muestra su vida cotidiana con su familia y sus hijos.
La vida en la casa de Mann continuaba con los problemas de la edad, las contradicciones de la pubertad y el despertar sexual. Tras muchos años retratando la desnudez, el pudor se iba apoderando de las hijas de Sally. Como la situación cambió y sus niñas iban haciéndose mayores, decidió mostrar el entorno donde crecían sus hijos, sus vecinos y como estos también crecían y jugaban a ser mayores en «At twelve«.
La definición biológica lo dejó claro: «… y morir». Durante seis años retrató a su marido diagnosticado con una distrofia muscular, de nuevo la metáfora y la ironía se manifiestan en Proud Flesh quizá su trabajo más íntimo. La muerte también es la protagonista en «What Remains» la serie más oscura y cruda de Sally Mann.
Fuentes:
Sally Mann
Museo Guggenheim de Nueva York
Museo de arte moderno MoMA
The New York Times
Last modified: 10 julio, 2017
Admirable y majestuoso trabajo de Sally Mann y, soberbio artículo que ayuda a entender la vida a través de su mirada. Mi más sincera enhorabuena Chema.
Excelente reflexión, imágenes llenas de poesía y que importante es mirar más allá …
Enhorabuena por el artículo.
Me ha encantado conocer esta gran fotógrafa, y su obra tan íntima y a la vez tan cercana. Gracias
Enhorabuena!!
Magnífica reflexión sobre una soberbia fotografía, una manera diferente de ver la realidad desde un trabajo íntimo y personal. Gracias Chema por ampliar nuestras miras