Durante los últimos años hemos sido testigos del nacimiento de cientos de días que homenajean o pretenden rendir homenaje a ciertos colectivos o que quieren llamar la atención sobre algo que afecta a un sector de la sociedad. El pasado día 19 fue el Día de la Fotografía, pero que se celebre ese día no es un capricho.
En 1826, tras años de investigación, Nicéphore Niepce tomó la primera fotografía de la historia, para hacerla necesitó 8 horas de exposición en un día soleado, el resultado es la conocida fotografía que se tituló Vista desde la ventana en Le Gras. Pero Niepce se veía incapaz de seguir con sus investigaciones por falta de financiación, por lo que contacta con Louis Daguerre, que por aquel entonces gozaba de mucha popularidad por haber inventado el Diaporama, con quien firma un acuerdo de colaboración que se mantuvo hasta la muerte de Niepce en 1833.
Vista desde la ventana en Le Gras. Niepce.
El 19 de agosto de 1839 Louis Daguerre dio a conocer al gran público los resultados de la investigación en la que llevaba trabajando más de una década; el daguerrotipo, un proceso inspirado en el trabajo de Niepce pero mejorado. El procedimiento permitiría la obtención de imágenes sobre una superficie de plata pulida, había nacido la fotografía.
La mejora que Daguerre hizo respecto al trabajo de Niepce era evidente. Si en la primera fotografía de la historia apenas se intuyen unos tejados borrosos en la que presentó Daguerre se ve perfectamente una calle de París, esta foto pasará a la historia por ser la primera fotografía en la que aparecía un ser humano.
Seguramente ese día el Boulevard du Temple de París estaría lleno de gente ya que era una zona de moda en esa época, con tiendas, con cafeterías y teatros, los coches ya paseaban por la calzada, todo esto no aparece en la fotografía por la larga exposición que requería por aquella fecha este procedimiento, ese tiempo hacía que solo se mostraran en la imagen los objetos inmóviles como las aceras, los edificios o los árboles que se fijarían más en la emulsión de la cámara, pero una persona sentada en el puesto de un limpiabotas y el sufrido trabajador estarían en el mismo sitio el tiempo suficiente como para aparecer en la fotografía. No es magia, pero a algunos nos hace la misma ilusión.
Last modified: 20 julio, 2017